Toda persona puede ejercer su derecho de defensa desde que resulta mencionado en una investigación, sin necesidad de que exista una imputación formal por parte de quien instruye la causa.
Desde los albores del proceso, representamos a nuestros clientes, aconsejando la presentación inmediata en el proceso, a través de la designación de abogados defensores, a fin de controlar la prueba producida y las medidas que se susciten durante el curso de la investigación.
Asimismo, en caso de encontrarse en riesgo la libertad del imputado, requerimos, como primera medida, su eximición de prisión, a los fines de garantizar la regla del proceso, que impone la libertad del justiciable, durante el proceso penal.
En tal sentido, asistimos al cliente, en el estudio profundo del caso, en las estrategias de defensa posibles, mediante la elaboración de descargos escritos u orales. También recomendamos asumir un rol activo en el proceso, mediante la solicitud de medidas de prueba, siempre acompañadas por los distintos peritos, expertos en diversas materias, que acompañan la labor defensiva.